Estábamos en el mar, en La Unión, y el 31 de diciembre a la medianoche Teleprensa anunció que en Nueva York ya se habían llegado a todos los acuerdos necesarios para firmar la Paz. Nosotros no nos habíamos enterado y la Eloísa y Miguel, la pareja que cuida el rancho, llegaron corriendo a contarnos. Pusimos el radio y oímos cuando lo anunciaban. Cuando regresamos a San Salvador fue bien raro no volver a oír balas ni bombas. A mí personalmente me costó acostumbrarme."