Melinda y yo fuimos afortunados en estar presentes en el Castillo de Chapultepec para la firma de los Acuerdos. Lorena Peña nos avisó un día antes de que estábamos invitados, ya no había asientos disponibles para viajar, pero creo que se habilitó un vuelo extra y así pudimos viajar a México.
El evento fue solemne y emotivo. Al centro las delegaciones de ambos bandos, sentados frente a frente, y arriba en el escenario, el Presidente Salinas , el Presidente Cristiani y los jefes de Gobierno y los representantes de los Países Amigos y de la ONU.
De los discursos, lo que más recuerdo fue una frase de Shafick que más o menos decía: "'...esta mano, que se cerró como puño durante la guerra, hoy se abre y se extiende al adversario en señal de paz..."
Uno de los gestos mas dramáticos del evento fue cuando el Presidente Cristiani, saliéndose del protocolo, firmó los Acuerdos y bajó a estrechar la mano de la delegacion del Frente, de la delegación gubernamental y a darle un beso a su esposa.
Posterior a la ceremonia oficial, el Gobierno de México ofreció un almuerzo del que recuerdo una exquista sopa de flor de calabaza y un excelente Mariachi que amenizó la recepción. Varios años después entendí que el mariachi era nadie menos que Vicente Fernández..."