Nombre: Karla Ramos
Ocupación: periodista
Edad: 38 años
Crecí entre balas, cateos y muertos. La casa donde habitábamos antes de la paz,  en Santo Tomás, era paso tanto de columnas guerrilleras como militares. Un corvo o un libro prohíbido en casa, o sonreír a un guardia podía traerte problemas! Ambos bandos estaban al acecho y por eso mi madre decidió que viviéramos en Santa Tecla, de donde me tuve que escapar para ir a celebrar la paz.Y me escapé de mi madre -ya en ese entonces maestra jubilada- porque ella fue y es una mujer  temerosa de mostrar color político o andar en marchas o concentraciones del cualquier tipo. ¿Por qué?  Porque fue víctima de persecución durante la guerra (por parte de unos, por no afiliarse a ANDES 21 de Junio; y por parte de otros, solo por ser maestra), y porque a mi hermano, simplemente por tener un amigo que estaba en el MERS, lo secuestraron los escuadrones cuando apenas tenía 14 años. Gracias a Dios regresó,  torturado, pero vivo. Su amigo no tuvo la misma suerte.En fin, ese 16 de enero, con 19 años e iniciando mi carrera de Periodismo salí, junto a mi hermana y otros amigos -a base de mentiras- rumbo a la plaza Gerardo Barrios, frente a Catedral. Recuerdo que en las calles aledañas encontramos gente llorando, sonriendo, cantando y banderas por doquier. No recuerdo los discursos. Lo único que recuerdo de ese día son los rostros y las sensaciones. Los rostros de  la gente, de mis amigos y mi hermana celebrando, pero también los rostros del esposo de la Tibe, asesinado en San Marcos en un enfrentamiento; el cuerpo y rostro de mi hermano tras sobrevivir a los escuadrones; el rostro de mi abuela, fuerte, inquebrantable sosteniéndonos a todos mientras la guardia cateaba la casa; a mi madre angustiada cuando salió huyendo una noche para evitar que la mataran; y muchos más. Y lloré…Lloré en la plaza por una paz que nacía y me daba tanto, pero que me había quitado tanto. Después regresé a mi casa enmedio de la alegría y la zozobra por el futuro. 20 años después la paz aún me sigue debiendo vidas, pero agradezco la existencia de ese 16 de enero y haber estado ahí cantando."