Puerta de entrada al lugar donde se practica judo (dojo) perteneciente a la Federación Salvadoreña de esta disciplina (Fesajudo), en el Palacio de los Deportes. Uno de los mejores deportistas nacionales en este deporte ha sido Juan Carlos Vargas, quien se clasifico a tres Juegos Olímpicos, en 1984, 1992 y 1996. Miguel Moreno clasificó en 2000, Franklin Cisneros en 2008 y Carlos Alarcón en 2012. Todos lo lograron de forma directa y no por vía de la llamada "wild card", que es una invitación para atletas que no logran cumplir lo necesario para clasificar. Las federaciones internacionales hacen estas invitaciones en un afán de propagar el deporte en el mundo.

Yudocas del gimnasio de la Fesajudo en el Palacio de los Deportes ponen atención a las indicaciones del entrenador al terminar una sesión. En El Salvador hay 500 yudocas activos, de todas las edades. La Federación cuenta con un presupuesto de 155 mil dólares al año. Un traje formal (judogi) para entrenamiento cuesta 200 dólares y eso ayuda a entender por qué los atletas les dan tanto uso como las prendas aguantan. Si la Federación supliera a todos sus deportistas con esta básica herramienta gastaría 100 mil dólares cada vez que tuviera que renovarlos.

Jigoro Kano pareciera observar el entrenamiento de niños en el Palacio de los Deportes. Kano, llamado en Japón "El padre de los deportes japoneses", no solo fue el inventor de la técnica del judo en 1882. Fue el primer asiático miembro del Comité Olímpico Internacional y trabajó toda su vida para desarrollar el judo en todo el mundo y los  deportes en general en Japón. Por regla, su foto se encuentra en los gimnasios de judo.

Los atletas en el dojo de la Fesajudo en el Palacio de los Deportes parecen en un ritual de danza durante el entrenamiento. El espacio es una galera construida con materiales provisionales. En espacios similares se entrenan el Taekwondo y el Karate Do. La Fesajudo es una de las federaciones que proponen a la Asamblea Legislativa la creación del Fodeporte, un fondo que podría obtener 54 millones de dólares anuales para todos los deportes, cobrando un centavo de dólar por cada llamada desde un teléfono celular. En Guatemala funciona un fondo similar y este país ha logrado la supremacía deportiva en Centroamérica.

Este es el dojo de la Federación de Judo en la Villa Olímpica, de Ayutuxtepeque. Acá funcionan también gimnasios de las federaciones de Levantamiento de Pesas, Boxeo, Taekwondo, Balonmano, Gimnasia Artística y Darate Do. Además, el albergue para atletas becados y del interior del país. Curiosamente, el administrador de este complejo deportivo, Menfis Rodríguez, líder de la barra Ultra Blanca, del Alianza F.C., fue arrestado en febrero pasado por protagonizar una riña con fanáticos de un equipo contrario después de un partido de fútbol en el estadio Cuscatlán. En julio fue exonerado de cargos.

Alumnos de la selección juvenil de El Salvador escuchan las instrucciones de su entrenador antes de unas competencias. La Federación paga, con los fondos del INDES, a siete entrenadores para el desarrollo del judo entre los niños y jóvenes de todo el país. El sueldo de un entrenador está entre los 150 y 300 dólares. En Guatemala los entrenadores del mismo nivel tienen salarios de 600 a 700 dólares.

Entrenamiento juvenil en la Villa Olímpica. Brasil, una potencia mundial en judo, tiene 2 millones de personas que lo practican y un presupuesto de 3 millones de dólares al año. Tiene centros de alto rendimiento especializados en judo. A pesar de todo eso, solo lograron una medalla oro y tres de bronce en Londres 2012. El Salvador, con 500 yudocas, está rankeado en el puesto seis de 41 federaciones de la Unión Panamericana de Judo, lo que habla del alto potencial que los  salvadoreños tienen para los deportes de contacto.

Después del entreno, miembros de la selección nacional hacen ejercicios extras. En ocasiones los esfuerzos de los atletas por superarse se manchan con malas decisiones de los directivos de las federaciones. Por ejemplo, el entrenador japonés de la selección mayor, Takahiro Kato, fue destituido, lo que provocó que los yudocas viajaran sin entrenador a los Panamericanos de Guadalajara 2011, donde no se ganó ni una medalla. En lugar de él viajó el presidente de la Fesajudo, Luis Chévez, quien es también tesorero de la Unión Panamericana de Judo.

Un atleta descansa después de terminar de entrenar en la Villa Olímpica. Un obstáculo para tener judokas de alto rendimiento es la falta de fogueo. Algunos de los mejore atletas llegan a una etapa de desarrollo que simplemente necesitan fogueo con los mejores de otros países. Pero eso sucede pocas veces al año. Para participar en el circuito europeo de 10 copas mundiales se pagan 50 mil dólares por atleta solo la  inscripción sin tomar en cuenta viáticos y boletos aéreos.